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JESÚS FORTÚN, diputado      

Jesús Fortún Ardaiz nace en Cárcar en 1920 y muere en Allo en 1992. Es el                   hijo mayor de tres hermanos de una familia hacendada  donde abundaban los abogados durante varias generaciones y destaca algún político, como su bisabuelo Fortunato Fortún Soto que fue Diputado Foral entre 1863 y 1877.

No es fácil  escribir sobre Fortun porque fue un personaje público durante la dictadura de Franco. Fue un político navarro de su época, que no es la nuestra, pero escribo sobre él porque en Allo también lo conocimos como persona y vecino. 

A los  12 años queda huérfano de padre y con esa edad marcha a estudiar  a Pamplona hasta que el estallido de la Guerra Civil interrumpe sus estudios y se incorpora a ella como voluntario carlista (requeté). Es enviado al frente del Norte. Tenía 16 años. Mi tio Jesús Gambra, que también estuvo en la guerra, decía que a los menores de 18 años les llamaban la “quinta del chupete”. Un par de años más tarde a los reclutados de esa edad por la República para participar en la batalla del Ebro  se les llamó la “quinta del biberón”. Criaturas. 

El joven Jesús Fortún  un año después de incorporarse es herido. Durante la convalecencia hace un curso de alféreces y a pesar de no tener la edad mínima exigida de 18 años recibe el nombramiento. Se incorpora a una unidad regular del ejército donde permanecerá hasta el final de la guerra en el bando nacional. Siendo navarro y viviendo en Navarra lógico que así fuese. Navarra desde el principio de la guerra se mantuvo en el bando nacional. 

Ya sabemos que una guerra civil es el fracaso de la convivencia. Todas las guerras son inciviles pero una guerra civil, entre compatriotas y convecinos lo es todavía más porque, una vez acabada, se sigue viviendo juntos y siempre hay un ganador, una opción frente a otra. Y sufrimientos y dolores costosos de olvidar en ambas opciones. Y generalmente, por desgracia, en una guerra civil, gane el que gane, gana  un extremo.

En nuestra última guerra civil (1936-39) los bandos no eran del todo homogéneos. Cada uno estaba formado por opciones ideológicas variadas y a veces contradictorias. Hubo en ambos bandos quien defendió los valores de la libertad y la democracia pero hubo en esos mismos bandos quien defendía otras opciones totalmente contrarias. Según el lugar dónde te tocó vivirla las experiencias cambian. Los historiadores hablan de “rojos geográficos” y “nacionales geográficos”. 

Esto es difícil de comprender porque todo el mundo tiene una idea de lo que ocurrió en la Guerra Civil y todo el mundo cree que esa idea es la buena y excluye a las demás. Pero así fue. Hay víctimas como tales en los dos bandos y asesinos como tales en ambos bandos. Lo de  buenos  y  malos   sólo ocurre en las películas. Y ya sé que decir públicamente éstas y otras cosas que digo no son políticamente correctas pero las lecturas y la edad amplían la perspectiva histórica y la historia no se aprende sólo viendo películas.

Hago esta aclaración previa porque para entender a cualquier persona es importante hacer un esfuerzo de empatía. Es desarrollar la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona, de entender sus coordenadas temporales y vivenciales. Porque hoy parece que aquel que estuvo en el bando nacional, a priori, ya  es culpable. Y resulta que  juzgar a una persona del pasado con parámetros actuales no vale. Eso es hacer trampa. Y si es una persona del pasado reciente que vivió en España durante la dictadura franquista, más. Y si es una persona que además tuvo poder en esa época, más todavía. Porque el haber nacido en una época u otra es cuestión de cronología. No elegimos el tiempo y el lugar donde nacer. Pero lo que  sí elegimos es cómo actuamos dentro de las coordenadas sociales y mentales en las que nos ha tocado vivir.

Jesús Fortún se licenció en Derecho en 1943 por la Universidad de Madrid. Era pues abogado, había participado en  la guerra y la había padecido como la mayoría de sus contemporáneos.

Dedicarse a la política obedece a razones varias, desde intereses puramente personales de  distinto cariz  hasta auténtico espíritu de servicio, de creer que uno puede hacer algo por sus compatriotas. Particularmente creo que Fortun pertenece a este segundo nivel, sin olvidar el aumento   de  autoestima y  el prestigio social que conlleva un cargo público.

En Allo lo vivimos. Era abogado, podía haberse dedicado a esa profesión, vivir de ella y de las propiedades agrarias propias y familiares por razón de matrimonio. Y hubiese vivido  bien o muy bien.

 El sueldo  y privilegios de un diputado navarro en aquella época no se pueden comparar con el de un diputado autonómico o nacional actual. De hecho no tenían sueldo, tenían a su disposición coche y chofer para asistir a las sesiones y para realizar las actividades propias de su cargo. También disponían de una habitación en el Palacio de la Diputación para cuando, por razón del cargo, tenían que dormir en Pamplona. Se usaba más o menos en función de la situación familiar de cada cual. Diríamos que tenían pagados los gastos que generaba su quehacer político pero nada más. Como también eran consejeros de la Caja de Ahorros de Navarra ésta pagaba dietas de alimentación cuando asistían a las sesiones correspondientes.

Cosa curiosa,  cuando iban en viajes oficiales a Madrid  sólo podían ir tres diputados. Al ser minoría se evitaba que, bajo presión o dádiva, pudiesen  modificar los acuerdos  que habían sido tomados por los siete diputados en sesión normal. 

 Entonces, ¿por qué se “metían” a diputados? Pues posiblemente porque hay personas que son “animales políticos”. Llevan la política en la sangre y tienen que darle salida. La gente dirá “pues de otro sitio sacarían”. No lo sé. Todo dependería de la honradez personal de cada diputado. Ellos disponían de un dinero del Fondo de Merindades para ayudas y subvenciones más acuciantes y perentorias,  como desastres  o  arreglos varios en los distintos pueblos de la merindad. Ayudas de poca entidad que la Diputación aprobaba a propuesta de cada Diputado. Por ejemplo entre 1948 y 52 se pagó con ese fondo la instalación de micrófonos y altavoces en la iglesia de Cárcar. En Allo también tocamos estos fondos.

 De hecho, tenían que tener ingresos propios para poder vivir. Y todos los diputados tenían, unos más y otros menos, según he podido leer en las biografías de algunos de ellos.

Respecto a  Fortun, tenía ingresos propios procedentes de las tierras  y  no he oído nunca ni tengo conocimiento de que se le achaquen enriquecimientos y ventajas personales debidos a su dedicación a la política. Que en aquellos tiempos la opacidad en materia informativa era la norma y no nos enterábamos… Cierto. Pero…no sé… teniéndolo tan cerca, es posible que algo hubiese  transcendido o hubiésemos podido ver en su familia  un tren de vida no acorde con el que le correspondía… Y  hay una cosa cierta y constatable: que el dinero que tenían que administrar era muy inferior al que han administrado los políticos democráticos. Había mucho menos dinero en la sociedad y no se hacía declaración de renta generalizada con lo cual los ingresos de la administración, ya de partida, eran infinitamente menores. Para hacernos una idea más ajustada y traducido a euros actuales : en 1963 el presupuesto de la Diputación era de 5’5 millones de euros, en 1974 de 23’7 y en 1979 de 75’3 millones de euros. El  2012, año de recortes y austeridades, el  presupuesto del Gobierno de Navarra ha sido  de 3.837’7 millones de euros.  Es decir, en 16 años (1963-79) el presupuesto se multiplicó por menos de 14 veces y en 34 años (1979-2012) se ha multiplicado  por más de 51. Por supuesto que las prestaciones actuales del Gobierno de Navarra son muy superiores a las ofrecidas por la antigua Diputación pero me parece que, salvando incluso la distancia temporal, sobran explicaciones.  Y no detallo cómo se repartía el presupuesto para no abrumar y aburrir pero, en fin, por lo que respecta  a los diputados todo era tremendamente  austero.

Hoy es muy fácil y gratis denostar a todos los políticos anteriores a la Constitución de 1978. Da la impresión que sólo a partir de esa fecha los políticos pueden tener algo de honorabilidad porque fueron elegidos por sufragio universal y en libertad. No estoy de acuerdo. La honradez personal es propia e intransferible, independientemente de dónde y cuándo la ejerzas. Y ahora ya tenemos experiencia de cómo algunos políticos democráticos han  manejado los dineros públicos y los que estaban cerca de ellos lo veían ( si lo querían ver).

Lo que pasa es que, como dice el filósofo  Fernando Savater, “es más fácil luchar contra lo que dijeron que luchar contra el que dirán”. Es decir, es más fácil  luchar contra el pasado que contra los males del presente. Ahora todos somos responsables de nuestros dirigentes y eso es difícil de asimilar. En el pasado la responsabilidad se la pasamos a otros o a otro ( por ejemplo a Franco), que es todavía más cómodo.. ¡Ójala tuviésemos hoy una persona a la que echarle las culpas de nuestros sinsabores actuales! 

Y perdonad esta digresión y las que seguirán. No puedo quitarme de encima mi condición de ex -profesora de historia. 

Jesús Fortún tuvo seis hijos y a todos les procuró los medios para que se ganasen la vida por sí mismos. Luego, cada cual, como todos, se la ha ganado como ha podido. Particularmente tengo que decir que a mí o me mostró el camino o me adivinó el porvenir. En una ocasión, en la fragua, me comentó delante de mi padre: “Una carrera muy apropiada para las mujeres es tal porque permite compaginar trabajo y familia. Yo a mis hijas les inclino a que hagan esos estudios”. Era un consejo muy lógico en aquellos años en que éramos pocas las chicas  que estudiábamos y consciente o inconscientemente seguí sus consejos, aparte de gustarme la carrera en cuestión. Seguramente  si hubiese estudiado otra cosa no estaría ahora escribiendo esto. Y sus hijas también lo hicieron, de hecho Sara y yo hemos tenido una vida laboral exactamente igual.

Su carrera política empieza cuando es nombrado alcalde de Allo en 1948. Al año siguiente se presenta por primera vez por la merindad de Estella a la elección de Diputado. Para serlo tenían que ser alcalde o concejal. A éstos los nombraba el Gobernador Civil, excepto a los concejales por el tercio familiar que eran elegidos por los cabeza de familia del pueblo y a los concejales por el tercio sindical que eran elegidos por  los organismos sindicales del municipio.

Cuando se presenta por primera vez tenía 29 años. Sus avales: su carisma y sus relaciones familiares  con el carlismo. Es el segundo más votado y se impone al resto de candidatos. En la Diputación, en contra de su primera adscripción política de juventud (carlismo/requeté, tradicionalismo) y de una Diputación de mayoría carlista, se significó apoyando al falangismo, que en aquellos momentos era  más moderno, aunque a lo largo de su carrera nunca destacó por su adscripción a una ideología política concreta dentro del franquismo

 Siempre, para  ir a contracorriente se necesita valentía. Primero hay que tener ideas y convicciones y luego defenderlas independientemente de lo que piensen los que te rodean. 

En aquellos momentos el Gobernador Civil Luis Valero Bermejo (nombrado en 1948) se oponía a la singularidad foral de Navarra. Es decir, cometía lo que se conoce como contrafueros. La Diputación en pleno fue a protestar a Madrid por esta actitud del Gobernador. La consecuencia fue que un mes después aquel, molesto,  cesó a Fortun de alcalde y de diputado. Corría el año 1954.

Visto desde ahora, que te cesen por enfrentarte a la máxima autoridad a una edad bastante temprana (34 años) supone buenas dosis de honradez y coherencia personal y más en aquella época que el que mandaba, mandaba. En el acta de sesiones de la Diputación del  2 de julio de 1954 se recoge que el cese se produjo por la defensa que “con entusiasmo” hizo Jesús Fortún Ardaiz del  Régimen Foral de Navarra.

Se vuelve a casa, es decir a Allo, con una recién carrera política abortada. Poco tiempo después también  Valero Bermejo fue cesado. Será  sustituido por Arias Navarro cuyo comportamiento como Gobernador Civil fue más respetuoso con las Instituciones navarras. De algo sirvió pues su cese.

Jose Luis Arrese, importante intelectual del Régimen, y primer ministro de la Vivienda, amigo personal de Fortun, le apoyó y nombró  Delegado provincial de la Vivienda en Logroño ( 1957-61). Con anterioridad, en 1956 le había ofrecido el cargo de Gobernador Civil en esa ciudad, cargo que Fortun no aceptó.

O sea, que reinició su carrera política tres años después pero fuera de Navarra y encima no acepta ser nombrado Gobernador Civil. ¿No se sentiría preparado?. ¡Cómo me gustaría conocer a más políticos actuales que se enfrenten a los jefes, sean cesados o quitados de las listas electorales, se mantengan en “paro político” y encima rechacen cargos apetitosos! Seguro que habrá algunos, aunque igual es que  salen poco en los periódicos y no nos enteramos.

Hasta 1967 no vuelve a la Diputación (13 años más tarde) siendo el candidato más votado en unas votaciones bastante reñidas. Durante este  tiempo de “paro político” se dedica, como siempre, a llevar la hacienda, a sus aficiones múltiples y a leer. Era un apasionado de la lectura sobre todo de historia y política.

En 1974 se vuelve a imponer a otro candidato,  Juan Manuel Arza, importante empresario estellés y  bastante más joven ( 68 votos contra 45 de un máximo de 72). El que no salió fue Antonio Baztán, alcalde de Lodosa ( 10 votos) que luego en 1979 será elegido parlamentario foral por UPN en la merindad de Estella.

Fortun permanecerá en el Ayuntamiento de Allo como concejal y en la Diputación como diputado hasta 1979 en que ambas instituciones fueron renovadas de acuerdo a los planteamientos democráticos de la Constitución de 1978.

 En esos años 70 cambiantes, inciertos, preñados de incógnitas y novedades, digamos que el monolitismo ideológico empieza a resquebrajarse. La sociedad ya no es aquella sociedad rural tradicional, repetitiva y obediente. Los aires de cambio se empiezan a materializar  en los años 60 y no paran hasta hoy. Lo urbano y la fábrica se va imponiendo a lo  rural y al campo. A lo largo de las COMEDIAS Y VARIETÉS  hemos intentado reflejar aquellos cambios que vivíamos  y podemos sintetizarlos diciendo que cada vez se iba más gente del pueblo, a trabajar o a estudiar. 

En este marchar, Fortun algo tuvo que ver para que se fueran, buscándoles trabajo, y para que no se fueran, trabajando por la implantación de una fábrica en Allo cuando, según cómo se mire, eso iba en contra de lo que le daba de comer que era la tierra.

Al preparar este escrito me he informado de la política navarra del siglo xx para intentar ubicar a Fortun. Intentaré resumirlo porque por deformación profesional tengo tendencia a explayarme.

El reino de Navarra que vio limitada su expansión territorial en la Edad Media por el empuje de los reinos vecinos de Castilla y Aragón ha tenido desde entonces la singularidad de mantener unas leyes y prerrogativas propias que llamamos Fueros. Los avatares históricos, a diferencia de otros territorios, le permitieron mantenerlos aunque recortados. Llegamos al siglo XX y entra en liza un nuevo empuje: el vasco. Sintetizándolo: ser vasco-navarro o navarro-vasco. Ahí estuvimos y estamos.

Navarra, geográfica y culturalmente diversa, permanece desde el principio de la guerra civil en el bando nacional. Franco siempre “agradeció” su postura. ¿Cómo? Manteniendo el Régimen Foral con su  Diputación a la cabeza. Los intentos de homogeneización jurídica con el resto de España siempre se vieron contrapuestos por los intentos de evitarlos. En este empeño se embarcaron los diputados forales durante la época franquista. Políticamente éste fue el primer objetivo y razón de ser de la Diputación Foral: mantener la singularidad jurídico-política de Navarra. 

¿Qué ideología tenían los diputados? Pues la propia de la época. Primero la aceptación del régimen político que Franco había impuesto y en segundo lugar su adscripción más o menos apasionada a alguna o algunas de las llamadas “familias políticas”. Como si fuese un tronco   (Franco) del que parten varias ramas (carlismo, falangismo, monárquicos, tecnócratas del Opus Dei…) El profesor de la Universidad de Zaragoza Fernando Mikelarena  ( Élites en Navarra en el franquismola Diputación Foral) habla de lo complicado de los perfiles ideológicos de los diputados forales más relevantes  del periodo franquista. ¿Por qué complicado? Porque independientemente de las ideologías, que con el tiempo pierden su significado y se desgastan con su aplicación, tenemos la personalidad de esos diputados. Si a eso le sumamos  que las personas también evolucionan, que no se piensa igual a los 18, a los  35 que a los 60 ya tenemos el cuadro esbozado.

Fortun fue un diputado relevante. Estuvo 18 años en la Diputación. Asiaín y Marco, otros relevantes,  estuvieron 21 y 39 respectivamente. Su ideología política fue cambiando  por edad y por evolución social. Por ejemplo, pronto se desprendió de sus ideas carlistas. Sin embargo, en este necesario cambio fue fiel a sus ideales y sobre todo a su hacer como persona. Diríamos que no fue “un chaquetero”. Su amor por Navarra no lo perdió nunca. Conocía su historia, su geografía, sus pueblos, su política…y transmitió ese amor a sus hijos, nietos y amigos. Además y sobre todo era un gran defensor de su Régimen Foral. Se consideraba navarro y español.  Nació y vivió  en años difíciles y convulsos en su juventud y ejerció la política en Navarra en los años en que gobernaba Franco, un producto de todos por acción o por omisión. Y digo omisión porque no olvidemos que Franco murió en la cama (y bien deteriorado) a diferencia de otras dictaduras más cercanas  (Portugal en  1974) o más duras y  recientes (las comunistas o las del norte de África) que cayeron por la acción de sus súbditos.

Con muchos con los que compartió afanes políticos: Asiain (Corella, 1905), Juan Manuel Arza (Estella,1932), Javier  Urmeneta (Pamplona, 1915), Amadeo Marco ( Navascués,1900), Félix Huarte (Pamplona, 1896 ) …. le diferenciaba su nivel económico ( más bajo)  y su nivel de ocupación de cargos públicos…y también su carácter. Otros rivales políticos eran mucho más ricos y tuvieron puestos más altos (por ejemplo Arza) bien porque supieron re-adaptarse mejor a los tiempos,  buscar mejores apoyos o por diferencias de edad, que todo cuenta, pero este escrito es fundamentalmente para poner de relieve  las consecuencias que para nosotros tuvo el que Fortun se casase con una de Allo y se dedicase a la política en Allo y en Navarra.

Cuando mi madre iba ya a tener un chico llamaron a la Evarista pero resulta que estaba en casa de Abete y cuando terminó la Gloria de dar a luz a Raquel, vino a mi casa (entonces en la misma calle ) y nací yo. Raquel y yo nacimos el mismo día y a las dos nos pusieron nombres bíblicos. Siempre lo hemos recordado. Gloria y Sara eran amigas de mi hermana Marisa con lo cual nuestra relación en la infancia fue frecuente. Son bastantes los que me han comentado cómo iban a casa de Fortun a jugar y cómo les impresionaba aquella casa, tan distinta a la gran mayoría de las nuestras. La espaciosa entrada de cantos rodados  regulares, la imponente escalera, los porches a la huerta, la amplitud general y la piedra por doquier. A mi me aterraba el Rul, el perro negro que siempre estaba atado. De hecho, debido a este terror me mordió en una ocasión. Ocasión ajena a ir a jugar y más bien ligada a la travesura de querer hacer bromas  con la María, la cartera. No es cuestión de explicarlo pero estuvo a punto de dejarme coja. En aquellos tiempos no se exigían responsabilidades, ni se nos ocurría, pero Fortun se enteró y vino a visitarme a mi casa. Yo tenía casi 9 años, me rompió las primeras medias de mi vida pero la inmóvil convalecencia me permitió aprender a escribir a máquina. 

Quizá por todo esto, y a pesar del Rul, mi afecto por Fortun y su familia siempre ha estado presente. No podría escribir sobre él si así no fuese. Cuando decidí hacerlo (más de uno me lo proponía) para intentar objetivar este afecto pregunté opiniones y me encontré con que mayoritariamente la opinión era muy positiva. Sólo me encontré una opinión disconforme pero las razones no me convencieron. No me parece oportuno exponerlas y creo que quedan rebatidas a lo largo del escrito. 

Jesús tenía un físico imponente, una buena planta, generalmente de traje diario y una voz y un hablar que lo diferenciaban. Cuando hablaba se le escuchaba con gusto. Tenía una voz limpia (a pesar de ser fumador), timbrada y agradable. Una voz apta para la oratoria. Y para el canto. Era conocido cómo cantaba en la iglesia, con una voz de barítono, aquellas canciones religiosas que se cantaban. Seguro que con fe porque era creyente y religioso. Más de una vez cantaría  la de los Gozos al Santo Cristo: Pues tan grande es tu bondad, Santo Cristo y tu poder, danos aguas que beber de eterna felicidad…Siempre me ha parecido una canción en la que uno puede abrir bien la boca y sentir el racimo de voces al unísono. Quizá porque se cantaba en el Santo Cristo y como es tan pequeño…las voces retumbaban y te envolvían. 

Esta afición por el canto le llevó a animar  a Jesús Garraza, jotero de voz potente, a que le hicieran  pruebas cantando jotas navarras. El resultado fue que en una discográfica le grabaron por lo menos un disco de jotas y entre ellas, el “Gurugú”.

También contaba chistes… y con gracia. Y como era un jurista riguroso, ilustrado y leído y, sobre todo, de trato afectuoso y amable asesoraba gratuitamente a todo aquel que iba a su casa a consultarle cualquier cuestión de herencias, asuntos varios, recibir consejos …  

  No son  de extrañar las opiniones recogidas. Uno me dijo : “era  llano y natural dentro de su empaque”. Otro : “era afable y cercano”. Alguien me ha dicho: “cuando entraba en la Iglesia, con aquella planta que tenía se notaba su presencia”. Jugaba a las cartas y tomaba café o vermut en el bar. Mucha gente lo tenía por amigo, hablaba con todos y como me decía uno “de agricultura o de lo que sería”. “Campechano y muy majo”, me dice otro que lo conoció ampliamente por trabajar en la Diputación. Otra opinión que coincide y resume  las anteriores.

Me cuenta una amiga de Javi que iban a jugar a su casa y la Gloria siempre decía a la criada: “Saca unos bollos a estos chicos” y añade “En esa casa siempre había bollos y chocolate”. Pues supongo que sí pero a lo que se ve los compartían.

Sara, mi informante familiar, me cuenta sus recuerdos de un padre cariñoso pero enérgico  que lo mismo les daba clases particulares de cualquier materia que les obligaba a sacar agua del pozo formando una cadena con él al frente, porque en Allo no hubo agua corriente hasta principios de los 60 ( La cultura del agua y sus circunstanciasCOMEDIAS Y VARIETÉS I). Tenía una personalidad que lo llenaba todo, que lo mismo podía transformar en mágica la noche de Reyes  que  transformar también en mágicos los  cuentos que les contaba al anochecer cuando eran niños...Destaca de su padre su integridad, su exigencia con él mismo y ser una buena persona.  Y a nivel familiar destaca que  fue un buen padre, un buen marido y un excelente abuelo.

Todos dicen que hizo mucho por el pueblo y por sus gentes. Por el pueblo desde propiciar la creación de una biblioteca pública de las primeras de la comarca, pasando por las piscinas, grandiosas en su momento y envidia de pueblos vecinos, hasta la fábrica de papel.

 Para la Biblioteca consiguió fondos para  libros y suscripciones gratuitas de la institución Príncipe de Viana. Las piscinas, hacia 1974, supusieron subir un escalón en el progreso y un  agradable bienestar. Se acabaron las largas y polvorientas caminatas para ir al río d’Ega a remojarte. 

¿Y la fábrica?  Tuvo que pelear mucho para traerla a Allo. Otros pueblos, y sobre todo Lerín, ofrecían las mismas ventajas que Allo. Fue su gran logro, fue un motivo de satisfacción pero también de disgustos en muchas ocasiones. Quería que si Allo tenía 1200 habitantes pasase a tener 5000. Qué hacía falta para ello: una fábrica. Y la fábrica de “Sarrió” llegó en 1973  gracias a su empeño y mediación. Siempre decía “primero los de Allo”. Cuando constató que gente de otros pueblos venían y se volvían en coche, esta idea de engrandecer numéricamente a su pueblo (de adopción) a través de trabajadores en la fábrica, se le vino abajo.

 Como podemos ver su mano sirvió para que en Allo hubiese antes que en otros pueblos vecinos: cultura (biblioteca), ocio (piscina) y trabajo (fábrica).No está mal el resultado. Seguro que han tenido sus consecuencias. No serán ajenos a estas consecuencias  el Grupo de Teatro MÍRENI, el compañerismo y diversión que originó la piscina a los que tuvieron la suerte de disfrutarla desde pequeños, compañerismo y diversión que se continúa con los CHARROS DE LA VALQUEMADA y no digamos la fábrica. ¿Qué sería de este pueblo sin la fábrica? , se pregunta la gente. Pregunta que puede extenderse a otros pueblos de la zona. Muchos habrían tenido que emigrar. La fábrica proporcionó un salario fijo y poder programar el futuro. El nombre de ALLO se extendió y Collhogarlo  ha paseado por toda su variedad de  rollos de papel. 

No intervino en la traída de las aguas pero me cuenta uno que trabajó en ello que con mucha frecuencia Fortun acompañaba al ingeniero en la inspección de las obras. Donde sí seguro que trabajó fue en el abastecimiento definitivo que se materializó posteriormente en 1981 con la Mancomunidad de Montejurra.

En su haber como diputado consiguió  ayudas económicas para mejorar las condiciones del convento de las monjas de Santa Ana intentando que no se fueran, como planteaban las autoridades eclesiásticas, y logrando con ello el retraso de la decisión. También subvenciones para completar el adecentamiento de la iglesia después del arreglo de la famosa grieta. Estos dineros salían del Fondo de Merindades.

Otras infraestructuras como mejorar los caminos y la carretera de Allo a Estella también obran en su haber.

Todas estas cosas que podemos clasificar como beneficios sociales    porque nos atañen a todos, se ven más agradecidas cuando los beneficios son de índole personal.

En este sentido ayudó a mucha gente de Allo (y también de otros pueblos) a colocarse en aquellos sectores en los que él tenía competencia, allá donde él “podía tener mano”: ayudantes de enfermera, conserjes, camineros, limpiadoras, jardineros, chóferes, motoristas…trabajos  en hospitales y organismos dependientes de la Diputación. Así como a conseguir becas de estudio. Sí que iba gente a pedirle ayuda pero también la ofrecía él sin pedírsela. 

Me dicen cómo conocía a la gente, su situación y pensaba cómo ayudarlos.  ¡Hombre! Tampoco es que fuese un santo, una hermanita de la caridad pero sí visitaba a gente del pueblo en los hospitales y ayudó a quien pudo. Era amigo de hacer favores. Yo no me lo invento, recojo lo que me han dicho. También me cuentan cómo los peones estaban encantados con él. Más que con su suegro,  porque en verano, en época de recoger la cosecha, cuando iba al campo a dar una vuelta, además de llevarles bebida fresca se ponía a hablar con ellos…con lo cual  dejaban de trabajar mientras duraba la plática. Supongo que, como me decía aquel,   hablarían “de agricultura o de lo que sería…”

Dicen algunos de Cárcar que hizo más por Allo que por Cárcar, su pueblo de origen. Es posible. Lo teníamos más cerca. En Cárcar, igual que en Allo, desde su puesto de Diputado Foral, contribuyó a crear empleo  a través de la instalación de la Fábrica de Cooperativas de Conservas en 1953, primera Cooperativa industrial de conservas de España. Contribuyó a pavimentar calles y hacer obras públicas necesarias para la expansión urbanística del pueblo (¡menuda ubicación tiene Cárcar!) y sobre todo colocó laboralmente a muchos de sus vecinos. De hecho es “Hijo predilecto” del pueblo. Como le decía un carcalés a Sara: “tu padre en los años cincuenta transformó el pueblo”.

Mandar es tener poder. Poder es la capacidad de influir con tus acciones y decisiones en la vida de la gente. Fortun tuvo poder y lo utilizó. Y, como vemos, lo utilizó positivamente en pro del pueblo de Allo y sus gentes. También de Cárcar y de otros pueblos de la merindad por los que era elegido aunque yo no he investigado más ampliamente y con más detalle sobre ellos. Lo que no hay duda es que las fábricas de Cárcar y Allo dinamizaron económicamente estos pueblos y alrededores.

Una vez muerto Franco (1975), en aquellos años revueltos en que había que pasar tantas facturas, en la fábrica surgen “revolucionarios” ( que a veces no eran del propio pueblo) y, aprovechando problemas de ámbito laboral, convencen a los agricultores agradecidos de que son proletarios y señalan al amo, al responsable de todos los males: Fortun. Se manifiestan delante de su casa y pintan en la fachada: DIMITE. Él lo sintió ( ¡cómo no!) pero se niega a eliminar la pintada y como el rencor no fue una de sus características , siguió trabajando por lo que él creía más adecuado para Navarra en aquel momento ( los políticamente convulsos, difíciles y dubitativos años en Navarra a  finales de los setenta, acabado de morir Franco). Mucha gente del pueblo se sintió avergonzada y siguen avergonzados de esta acción. 

Su mujer, Gloria,  amable y sonriente, era hija única . Era heredera por parte de madre de una familia que tenía sus raices en 1597 con la creación del mayorazgo. Esta institución consistía en que las propiedades  no podían dividirse,  habían de pasar, generalmente, al hijo mayor. Esta norma duró hasta mediados del siglo XIX pero, en su caso, había dado la casualidad de una serie de generaciones de hijos únicos. Gloria, pues, era heredera de una importante hacienda.

Se habían casado en Irache en 1945 y habían tenido seis hijos.  Mi prima Pili siempre recuerda a la Gloria de Fortun a cuya peluquería acudía y se relacionaba de manera natural como una más. Era muy maja y cariñosa, esa es la opinión recogida. Murió dos años antes que su marido y su pérdida aceleró su muerte. Lo que nunca perdió fue el cuidado,  cariño y afecto de sus hijos y nietos. Los dos años que le sobrevivió se recluyó en casa o en casa de sus hijos. Su entierro llenó la Iglesia y el matrimonio  ha descansado en unos nichos del cementerio hasta que en la actualidad los han trasladado a un panteón diseñado por una nieta dentro de la línea de los que hay en su entorno.

Es curioso que en Allo decimos Fortun, sin tilde o acento, pero en realidad es Fortún con tilde en la u. Si uno dice Jesús Fortún suena bien pero si le quitamos el nombre y decimos sólo el apellido nos comemos el acento y decimos Fortun. Curiosa metamorfosis lingüística. Debe de formar parte de esa capacidad del habla de Allo de transformar fonéticamente las palabras para hacérnoslas más cómodas. Si os habeis dado cuenta yo he seguido esta forma hablada. Es la que me sale. 

 Y ya para ir acabando,  iremos resumiendo: Fortun ejerció la política en tiempos de la llamada democracia orgánica. Cuando a la palabra democracia se le ponen adjetivos o apellidos es que no es democracia . Ahí tenemos la llamada democracia popular de los paises comunistas. Pero era elegido por los Ayuntamientos correspondientes y en todas las elecciones ganó ampliamente a sus rivales. Que los Ayuntamientos no fuesen elegidos democrática y libremente  no quiere decir que careciesen de criterio para defender los intereses del municipio. Algo querrá decir el apoyo masivo que le daban. Aparte de  diputado foral durante  tres mandatos (18 años, que no son tantos), fue también gerente del Trujal Cooperativo de Allo durante muchos años, alcalde en su primer mandato de diputado y concejal de 1967 a 79.

Tengo la impresión  que si su hacer político hubiese transcurrido en estos tiempos se hubiese inscrito en un partido  de esos de la derecha navarra que han estado gobernando la Comunidad en la mayor parte de su tiempo democrático. Una democracia navarra sui géneris porque es la única Comunidad Autónoma que no ha votado democráticamente su Estatuto o Amejoramiento del Fuero y que respecto al resto de Comunidades  es junto con el País Vasco la única que se arroga unos derechos históricos en forma de privilegios que, desde luego, de principio democrático no tienen nada  (aunque nos favorezca). Así lo creo.

Este es, pues, el escrito que me ha salido sobre Fortun. He intentado enmarcarlo en el tiempo y en el espacio y hacer ver  que, por lo menos, para los que tenemos mi edad, fue una suerte tener a Jesús Fortún como vecino. Si no lo hubiésemos tenido o él hubiese sido como persona de otra manera, no estaríamos leyendo estas líneas. 

Y digo suerte porque  por sus cualidades, aptitudes y posición social podía haber sido una persona altiva y distante que nos mirase a los demás por encima del hombro ( bastante alto, por cierto). Pero no fue así. Más bien al contrario. Por supuesto que habrá opiniones disconformes,  gente que en algún momento se habrá sentido ofendida, ninguneada, ignorada...que  verá su trayectoria de otra manera..., que pondrá énfasis en sus errores, que los pudo haber cometido,  como todo hijo de vecino  ... Eso nos pasa a todos, pero cuando se tiene poder aún más. No se puede  gustar y contentar a todo el mundo. Es imposible. Lo que sí podemos decir los que lo vivimos y conocimos es que las obras de Jesús Fortún en Allo han sido beneficiosas para sus gentes y sobre todo fueron hechas de manera amable.

Y finalmente añadir que, por lo menos, tendrá esta breve pero afectuosa biografía en la Biblioteca que creó en Allo porque no hay nada sobre él y he  tenido que tirar de lo poco que hay en internet e informaciones de su hija Sara. Y, por supuesto, con opiniones de distinta gente y vivencias propias.

 Tengo que aclarar que el que no haya nada en la Biblioteca se debe, según Mª Teresa Iragui, a que, a diferencia de Ángel Garraza, Jesús Fortún no salía en los periódicos de manera específica. Su trabajo era de distinta naturaleza pero PERSONA SINGULAR  e importante lo ha sido como pocos. Pues nada, ahora ya habrá algo y con el tiempo igual se convierte en el germen de una biografía más profunda. Materia hay.

 

Esther Zubiría

Febrero de 2013

 

EL GOBERNADOR Y LA RIADA

En esta foto que ya saqué en el escrito sobre mi progenitor,  tenemos en el centro, con la mano en la cadera y con una postura de piernas semejante a la de mi padre, al Gobernador Civil Luis Valero Bermejo. Coinciden en parte de la postura pero me parece que en nada más.

Valero Bermejo fue el que cesó a Fortun por defender “con entusiasmo” el Régimen Foral navarro. Pues bien, a pesar de sus “diferencias”, seguro que lo llevó  para que viese “in situ” los destrozos que hizo la riada grande en el pueblo en 1952. No sé si se conseguirían ayudas. Fortun le mira con una actitud de no querer perderse palabra, por si acaso. La cara de mi padre parece la más escéptica.

El Gobernador Civil era el presidente honorífico de la Diputación. El vicepresidente ejercía la función ejecutiva, la máxima responsabilidad. Había siete diputados representantes de las cinco merindades navarras: Aoiz/Sangüesa, Tudela, Tafalla/Olite con un diputado cada una y Estella y Pamplona que tenían dos por razones demográficas. Eran elegidos por unos compromisarios escogidos para  representar el voto del Ayuntamiento de cada localidad. En la merindad de Estella tenían dos votos porque le correspondían dos diputados. Los candidatos hacían su campaña electoral hablando con los alcaldes y concejales pidiendo directamente el voto. Y también había sorpresas, como contar con determinado número de votos de palabra que luego no se correspondían con el recuento real. En nuestra merindad o bien daban un voto a cada candidato o bien los dos al mismo. Una vez elegido, cada diputado peleaba por el territorio que le había  escogido o eslegido.

Valero Bermejo no fue el único  que  se significó por sus ansias de uniformizar Navarra con el resto de España. La mayoría de Gobernadores Civiles no eran navarros y a pesar de ser los Presidentes de la Diputación Foral no tenían ningún poder sobre ella. 

La Diputación pagaba a sus diputados un traje de gala ( frac, chaqué…) para las ceremonias institucionales y para que cuando fuesen a Madrid fuesen “como Dios manda”. ¿A qué tenían que ir a Madrid? Pues entre otras cosas a convencer a los ministros o próceres del Régimen de la conveniencia de mantener la excepción navarra en cualquier proyecto de ley o la posibilidad de hacer reglamentos propios si la ley ya estaba hecha. Si aquellos no eran receptivos a sus reivindicaciones, se acudía al Palacio del Pardo con la seguridad de que Franco atendería la petición, como así ocurría. Para eso necesitaban ir bien vestidos, para causar buena impresión y no parecer provincianos y encima pedigüeños.

 

 

MENS SANA IN CORPORE SANO

Fortun, sabedor y conocedor de la importancia de la  práctica del deporte, fomentó las competiciones deportivas. Me cuentan que hubo unos años en que desapareció el Huracán y nuestro diputado se preocupó de que carteles por el pueblo estimulasen el “Mens sana in corpore sano” latino. Fruto de este interés fue el Trofeo Riber Ega entre pueblos de la ribera del Ega ( Muniain, Lerín…). El Huracán fue campeón. Jugaba Paco Izaguirre de portero y con jersey verde, los Ulíbarri, Basterra, Ángel Macua …y otros amigos de la época.

Esperemos que cuando Diego Maeztu escriba la historia del Huracán nos lo cuente mejor.

Esta foto que vemos aquí debe pertenecer al tiro al plato. Fortun, haciendo gala de estado físico, no retira la silla que le dificulta felicitar al campeón sino que la sortea con una gran zancada y llegará a tiempo en la siguiente foto. Pedro Pérez de Ciriza  saluda a ese guapo chico ¿forastero? y le ofrece la copa. Detrás, Gonzalo, Quique el de la tahona y, apoyándose en su hombro,  Jose Ramón Macua.

 

GRAN EXPECTACIÓN

En El Prau de Chica, con Montejurra al fondo, se celebraban competiciones de tiro el plato. Era  alcalde Pedro Pérez de Ciriza pero Fortun como concejal acudía al evento y participaba. Estas cosas le gustaban. Cariñosamente coge el brazo y el hombro de un desconocido ganador. Éste le devuelve agradecido el gesto. 

Alrededor, las chicas y los chicos por separado. Las chicas, a la izquierda, aplauden porque el ganador es bien guapo. Entre los chicos podemos reconocer a Joselito el de la Pepita (a punto de convertirse en José), un trozo de Gonzalo detrás de Pérez de Ciriza, Javier Macua y Quique, hijo de Ángel el de la tahona y de la Tomasa.

 

OTRO “FOLASTERO”

A continuación de la foto anterior  ya que  vemos a la izquierda al otro  ganador  escudriñando la copa. 

Los mismos protagonistas y ejemplos de la tarima presidencial: unas sillas de tijera y una mesa a juego. Observemos esa mano de Fortun que ha quedado en el aire y que iba directamente al hombro del ganador.  Ganador que tampoco sabemos quién es pero sí algunos que se ven por detrás.

En primer lugar y claramente vemos a  Montse Aedo, sin cámara pero ya en el centro de la noticia. Al año siguiente, 1970, ya tendría su primera cámara  y desde entonces apenas sale en las fotos del pueblo. Hace salir a los demás. Otros rostros que se ven claros son Javier Macua y Quique.

 Dicastillo nos contempla…

 

 SIN TRAJE

Otra foto ejemplo de las actividades deportivas y lúdicas que se promovían. Aquí ninguno está trajeado pero sí sonrientes. Me resulta raro ver a Fortun sin traje, en plan campero.

 Vemos claramente a Romaldo (Romualdo), José Pérez de Ciriza, “Gordito” y Pedro Pérez de Ciriza, alcalde. José y Pedro Pérez de Ciriza eran primos de la Gloria de Abete. El año 1967 Pedro fue nombrado alcalde por el Gobernador Civil Conde de Toreno  y en ese mismo consistorio también Fortun fue elegido concejal por el tercio sindical, lo que le permitió poder presentarse a diputado foral por segunda vez después de su cese en 1954. Hasta 1979 simultaneó su condición de diputado con la de concejal, elegido en este caso por el tercio familiar en su segundo mandato en el Ayuntamiento.

El ganador, visiblemente como emocionado y sin saber dónde poner las manos, se las sujeta   antes de ponerlas en la copa, pequeña pero valiosa por lo que significaba. No sabemos quién es. Debía ser forastero. Un año ganó la copa de tiro al plato Jose Antonio Lacalle, el marido de mi prima Pili, pero no tengo foto que lo atestigüe. O sea,  que no sólo ganaban los folasteros.

Todas estas fotos de competiciones son, por supuesto, de Joaquín.

 

EL ARZOBISPO

Las fotos en blanco y negro tienen una expresividad  de la que carecen las fotos en color. Quizá porque tenemos los ojos hechos a este último tipo de imágenes o quizá porque el blanco y negro nos recuerde  a otras épocas en que nos maravillaba aún la tecnología. Tanto las películas como las fotos en blanco y negro consiguen que nuestra atención se fije en los protagonistas. El color distrae. Es la luz y es la variedad de tonalidades de grises entre el negro y el blanco las que nos permiten afinar las formas. Hoy se hacen  fotografías muy artísticas en esta modalidad pero la presente fotografía tiene el valor añadido de la naturalidad, del momento, de la foto sin permiso.

 Los protagonistas no han posado, no saben que les están retratando. No se ha preparado la escena. Los únicos que se han dado cuenta del flash son los monaguillos, ese Jesús Arana que mira tranquilo y  al que se le pueden apreciar hasta las pecas, ese Emilio Portillo que parece que ladea la cabeza y abre bien los ojos  para ver lo que se cuece y Jose Ramón Macua, más tímido, que también  observa en un segundo plano. Los protagonistas principales: el Arzobispo Javier Osés, Pedro Pérez de Ciriza y Jesús Fortún están ajenos al objetivo del fotógrafo. La naturalidad de sus sonrisas ha sido perfectamente captada. Es un momento importante. Saludan al Arzobispo que ha acudido a Allo para inaugurar y bendecir el arreglo de la iglesia. Pérez de Ciriza con el bastón de mando de alcalde se inclina ante él. Éste debe de decir algún cumplido que desata las sonrisas complacidas de estas dos autoridades: el alcalde y el concejal Fortún. Esas gafas de Ciriza en el bolsillo nos transportan a unas gafas de pasta en funda de plástico. Fortun, más acostumbrado a ceremonias, lleva las preceptivas puntas de un pañuelo. Al fondo, en una profundidad de grises, observamos un representante de la Guardia Civil, otro cura con la capa o sobrepelliz de los días de gran fiesta y un trajeado. 

Las fotografías antiguas nos recuerdan a fotógrafos de  cámara oscura, fotografías  que para ver el resultado requería todo un proceso, que no había photoshop ni manipulaciones, que no la veías al momento. Si fotografía significa “escribir” la luz, podemos decir que en esta imagen está perfectamente conseguida. La luz se refleja en los brillos de la mitra del arzobispo, en los reflejos del bronce de la reja, en el blanco impoluto de las camisas y  hasta en el peinado a prueba de viento de los protagonistas principales. La capa (el Pontifical) ricamente bordada y floreada del obispo contrasta con los trajes oscuros y elegantes de las autoridades formando una UVE que nos permite apreciar esa encantadora cara de Jesús Arana, tal como era, que se ha convertido en protagonista central del acto y nos mira como aquel día miró a la cámara de Joaquín, formal, sereno y consciente de dónde y con quién estaba. 

Estaba nada menos que en la inauguración de la iglesia después del arreglo de la grieta. El arreglo se había empezado en junio de 1966 y tras 15 meses de trabajos se inauguraba el 13 de septiembre de 1967. Era el párroco don Ricardo y don Luis, el coadjutor. La grieta o raja había sido provocada por los fuertes empujes laterales que provocaba la cúpula. Empujes no contrarrestados por tirantes o contrafuertes. Es más, al hacer la obra se dieron cuenta que, encima,  la cúpula tenía un espesor de medio metro de ladrillo macizo mientras que el espesor de  la bóveda de cañón del resto de la iglesia tenía  la mitad.

 

El arreglo consistió en hacer descansar la cúpula sobre grandes vigas de hormigón armado que impedirían en el futuro los empujes anteriores sobre los muros. La cúpula resultante es más ligera y conserva la misma forma octogonal en el interior y en el exterior. Este espacio octogonal, conocido como tambor, se horada con amplios ventanales que dejan pasar una luz directa y clara a diferencia de los ventanales clásicos de las iglesias que distribuyen una luz tamizada y tenue que invita al recogimiento. Estos grandes ventanales de estructura de hierro los hizo mi padre, el herrero Zubiría y aunque el cura (Don Luis) dice que son artísticos, de artísticos no tienen nada. Son simplemente  funcionales y acordes con un exterior de estética austera y lineal. Se remata todo el conjunto con una falsa bóveda esférica de escayola en el centro. Las bóvedas esféricas nos recuerdan al cielo, a la bóveda celeste.

Ya que los trabajos se hacían en las alturas se aprovecha  para cambiar la cubierta y hacer un campanil para las campanas del  reloj y la del toque de oraciones, elemento característico de toda iglesia que se precie. En el interior se cambió el pavimento de madera por otro de terrazo. Igualmente se pintaron y restauraron algunos elementos  (columnas) y, como podemos leer, el siguiente trabajo previsto sería instalar calefacción y construir bancos nuevos, algunos aprovechando la madera extraída de la cubierta.

Hasta aquí un resumen del arreglo de la grieta pero ahora quiero fijar la atención en cómo se pagó. Destacan los donativos de los vecinos en primer lugar y en segundo lugar las ayudas de la Diputación. Ésta dio 381.071 pesetas más 20.000 como premio al embellecimiento, o sea 400.000. El arzobispado ayuda con 75.000 y ambas instituciones conceden un préstamo pero con una diferencia: la Diputación con un importe de 1.000.000 de pesetas y el arzobispado de 500.000. Coinciden en el tiempo de devolución (10 años) pero difieren en las condiciones: sin interés la Diputación y a un 4% el arzobispado. ¡Qué cosas veredes Sancho!, decía Don Quijote.

Jesús Fortún fue elegido diputado a principios de 1967. Seguro que en  la generosidad de la Diputación tuvo algo que ver el verbo y la palabra perseverante y convincente del diputado Jesús Fortún. Como también en el hecho de que la máxima autoridad civil de Navarra, el Vicepresidente de la Diputación, acudiese a un pueblo, el nuestro, a inaugurar el arreglo de la iglesia. No estoy segura, porque no lo he podido comprobar, pero tengo oído que incluso la Diputación contribuyó también posteriormente a instalar la calefacción o al adecentamiento definitivo de los bancos.

El día de la inauguración, el 13 de septiembre de 1967, estuvieron presentes las principales autoridades civiles y eclesiásticas a nivel provincial ( el Vicepresidente de la Diputación, Sr. Félix Huarte y el Arzobispo, monseñor Javier Osés). Ambos acompañaron al vecindario, al  Ayuntamiento y a la corte de 9 curas hijos  del pueblo o que habían ejercido su magisterio en el pueblo, a una misa solemne y concelebrada seguida de aperitivo para todos  en el Blé ancho y en las monjas. Allí habló expresando palabras de agradecimiento a todos los presentes nuestro diputado Sr. Fortún y el Sr. Huarte le contestó con la promesa de  la Diputación de embellecer los alrededores y accesos al templo. Con lo cual se acabaron las malvas (eso lo digo yo) pero fueron muy aplaudidos. 

En esta foto los vemos en el interior de la iglesia durante la ceremonia. Es curioso constatar cómo los dos diputados escoltan a Pérez de Ciriza. Quizá Fortun en su propio  orden de jerarquías eligió la de concejal o quizá desde esa posición quiso arropar al alcalde que en realidad suponía arropar al pueblo.

¿Qué ganamos?: seguridad y luminosidad en la iglesia y orgullo colectivo en el pueblo. Había sido generoso, la iglesia es un símbolo y estaba maltrecha. Y… jardines. Jardines “como Dios manda” antes de entrar en su casa.

¿Qué perdimos?: las chicas perdimos las malvas que nos servían para entrelazar sueños de novias y mototo contra las avispas mientras comíamos “panecillos”( Un juego con los juegos: a juar. COMEDIAS Y VARIETÉS II). Las cigüeñas y los gaviones perdieron sus nidos pero volverían a hacerlos, aunque los gráciles gaviones desde que se ahogó con tierra la balsa y la balsilla tienen más dificultades para encontrar barro para hacer sus nidos. Lo que ya no volverían son las humildes malvas que quedaron enterradas en el recuerdo junto con los barros, los sabañones y los ruejos calientes en la cama.

La foto, origen de este extenso comentario, se la dejaron a Montse Aedo. Agradecemos el gesto e instamos a la gente a que ayude a conservar la memoria colectiva con iniciativas semejantes. Se trata de un préstamo con devolución al día siguiente. ¿alguien ofrece mejores condiciones?. Y el interés colectivo se beneficia. Que cunda el ejemplo.

Las hojas de “Mi Parroquia” proceden de los archivos de Montse.

 

LA FIRMA

En esta imagen vemos a muchos señores trajeados. Se hizo el día que se firmó la construcción de la Papelera de Sarrió en el término de Allo.

Vemos en la primera fila al Vicepresidente Amadeo Marco ( el de gafas oscuras) y Fortun. A la derecha de Marco, con traje  y corbata clara, está Lorenzo Marco Sarrió, presidente del Consejo de Administración de la Papelera de Leiza, miembro de una familia con tradición papelera en Cataluña.

El resto de los presentes son   Diputados Forales (Asiain, Elizalde, Irazoqui y Ezponda) y directivos de la fábrica de Sarrió. Fortun tuvo que convencer y ganar el voto de todos los diputados a favor  del proyecto.

Sería un buen día para Jesús Fortún, un día de satisfacción. Había peleado mucho para que esta factoría se estableciese en Allo. Otros pueblos ofrecían las mismas ventajas que nuestro Ayuntamiento  pero fue Lerín nuestro más directo rival. Al final se llevó la papelera a Mirabete, en terrenos cedidos por el Ayuntamiento. También Fortun consiguió que la Diputación construyese la carretera hasta el cruce con la  de Estella y los movimientos de explanación necesarios. En el año 1973 nos la echaron los Reyes. Un buen regalo. Nadie lo dudó.

 

LA ENTREVISTA

Esta foto de periódico pertenece a una entrevista realizada a raíz del inicio de  la construcción de la fábrica en 1974.

Sentados en el Ayuntamiento en la mesa del alcalde o del secretario ( lo deduzco por el círculo de la izquierda) tenemos a Paco Pérez de Obanos que era concejal, Pedro Pérez de Ciriza, alcalde ; Manolo Sánchez, secretario; Jesús Fortún, concejal y diputado. De pie, Zufía ( Pasamar) que era Juez de Paz y Antonio Ciordia, el aguacil.

Fortun habla al periodista, los demás escuchan y arropan. ¡Qué pena que no se vea con claridad el calendario del fondo!

En esta hoja de periódico de donde se ha sacado la foto,  se exponen ampliamente los inicios constructivos de lo que entonces era un proyecto ilusionante.

 

FAMILIA FORTÚN

Aquí tenemos toda la familia en una dependencia de la casa de Allo

 En la fila superior de izquierda a derecha: Raquel, Sara, Armando, Gloria y Javi.

Fila inferior: Gloria, la madre; Jesús, el hijo pequeño, y Jesús Fortún, el patriarca de la familia, protagonista de este escrito.

 Hoy en internet son muy escasas y breves las entradas a JESÚS FORTÚN ARDAIZ, pero abundan las entradas a JESÚS FORTÚN ABETE, renombrado médico del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, especialista e investigador de enfermedades infecciosas.

Físicamente la que más se parece a su padre es Raquel, parecido que ha transmitido a su hijo. También el pequeño, Jesús, conocido en Allo como  “Suso”. De hecho yo, que por razones de edad no me acordaba de su existencia, vi su foto y su nombre en un periódico y deduje que, por el parecido físico, necesariamente tenía que ser hijo de Fortun.

Actualmente tres hijos viven en Navarra, dos en Madrid y una en Ciudad Real pero todos los hermanos y sus familias se reúnen por Navidad en la casa de Allo. Por mi parte, doy fe que Raquel acude a todos los encuentros de la quinta del 51.

 

Esther Zubiría