Vértice piramidal de
piedra tan bien labrada,
no le ha temido a los hielos
de las frías invernadas.
Vértice piramidal…así describe Miguel Montoya el Piricucho de la Fuente. No pueden decirse más cosas en dos palabras. En esta foto si no fuese por el manto blanco que lo cubre por su flanco norte, a modo de estela, a modo de vestido de novia con cola, nadie diría que es una fría invernada porque no lo es. Es el mes de abril. Es una imagen insólita por el contraste entre la blancura de la nieve, apenas hollada, y las sombras reflejadas de un sol primaveral, entre el marrón soleado de la piedra y la nívea fenefa que adorna y envuelve el redoncho de la Fuente. Si Joaquín sacó la foto, es que así fue. Él disfrutó al hacerla, nosotros al mirarla.